Cuando estas en el sufrimiento más profundo te asemejas a la persona que se lanza en clavado y toca el fondo en la profundidad de las aguas. Cuando estas tocando fondo no hay otra salida que ir a la superficie, no queda otra que nadar hacia la superficie, ver la luz y luchar por estar mejor. Porque la esperanza, el trabajo y la fe, nos ayudan a crecer, a buscar nuevos horizontes y nuevas formas de vivir mejor. Luchemos por aquello, por crecer, por salir de la oscuridad y buscar nuestra felicidad. Lo único verdadero es que todos tenemos una misión y que la muerte se aproxima, cada día que pasa. Cuando encontramos nuestra misión en la tierra, nos embriagará un sentimiento de alegría y felicidad, porque estamos desarrollando nuestro propio potencial. Tú y yo tenemos talentos que otros no tienen, talentos que nos ayudarán a destacarnos del resto. Potencia y desarrolla lo que tienes... multiplica y comparte con el mundo tu tesoro.