8/8/08

Sobre la humildad

Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

- Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

- Estoy escuchando el ruido de una carreta…

- Eso es -dijo mi padre- es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre:

- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?

Entonces mi padre respondió:

- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuánto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando noto a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

“Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Nadie está más vacío, que aquel que esta lleno de “yo mismo”